Sobre la revista

Estudios Sociales es una revista de investigación social, publicada semestralmente por el Centro de Reflexión y Acción Social Padre Juan Montalvo, SJ, y por el Instituto Superior de Humanidades, Ciencias Sociales y Filosofía Pedro Francisco Bonó. Ambas entidades forman parte de la obra apostólica de la Compañía de Jesús en República Dominicana. La revista publica artículos sobre temas sociopolíticos de República Dominicana y de la región del Caribe. Publica además temas de actualidad en humanidades y filosofía. Está abierta a colaboraciones nacionales e internacionales que cumplan con sus objetivos y estándares editoriales. Además, es la decana de las revistas de ciencias sociales de República Dominicana y el medio de investigación del pensamiento promovido por la Compañía de Jesús como parte de su misión apostólica en diálogo con el mundo. La espiritualidad ignaciana es eminentemente “mundanal”. Los Ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola, la principal escuela de los jesuitas y de otros grupos eclesiales, invitan al final del recorrido a “Buscar y hallar a Dios en todas las cosas”, lo que traduce en una especie de slogan práctico. Quien se encuentra con Jesús de Nazaret espiritualmente está llamado a “En todo amar y servir”.

Estudios Sociales fue fundada por el padre José Luis Alemán en el año 1968. Esta iniciativa se inscribía en el espíritu impulsado por el Padre General de la Compañía de Jesús de entonces, el padre Pedro Arrupe. Como intérprete del Concilio Vaticano II, Arrupe quería que la Compañía de Jesús se destacara por su compromiso social a favor de la justicia. De esta forma, la tradicional vida intelectual de la Compañía de Jesús se veía desafiada prácticamente a acompañar las luchas sociales de la época. Esto implicaba un cambio para la Compañía de Jesús, conocida proverbialmente por su elitismo. Los jesuitas debían comenzar a jugarse su existencia, como Cristo, al lado de los pobres. En América Latina, este proceso se expresó a través de los Centros de Investigación y Acción Social, CIAS. El CIAS dominicano fue la primera plataforma institucional de Estudios Sociales.

La historia de la revista no ha estado exenta de tropiezos y errores, pero ciertamente el balance invita al entusiasmo. Estudios Sociales ha constituido un aporte significativo para la sociedad dominicana, pues con sus casi cinco décadas de investigación y de estudios de la realidad socio-cultural y política de nuestro país, ha tenido como principal objetivo contribuir a la formación de una conciencia crítica y sentido de justicia en la conformación de una sociedad incluyente y sensibilizada éticamente, sobre todo hacia los sectores más empobrecidos y vulnerados de nuestra sociedad.

La revista arrancó con entusiasmo en los años en que el país todavía era básicamente agrícola, y en el mundo entero, se tenía un alto interés por lo social. Ciertamente, el emblemático año 68 marcó muchas conciencias en todo el planeta. Los primeros números de Estudios Sociales reflejaban esta ebullición social, que también llenaba de entusiasmo a la Iglesia, y se expresaba con la palabra “desarrollo”. El primer editorial explicaba la misión de la revista así: “Quiere ser una reflexión cristiana de la problemática nacional, con el fin de encontrar soluciones adecuadas y contribuir al desarrollo integral de nuestra generación”.

Quisiéramos destacar también el papel de la revista como espacio académico, caracterizado por la libertad y la búsqueda de la verdad. Por un lado, el respeto al pluralismo de ideas, ha permitido albergar a través de los años los más variados pensamientos, sustentados en distintos enfoques ideológicos. No podemos olvidar, por ejemplo, las interminables discusiones de la escolástica marxista de los años 70 sobre el denominado idealismo, sobre la preeminencia de la praxis sobre la teoría o sobre el estatuto burgués o reaccionario de las producciones intelectuales. Si se revisa Estudios sociales de las dos primeras décadas, podrá constatarse que sus páginas acogieron tanto a “comunistas” condenados por la doctrina conservadora eclesiástica, como a “intelectuales burgueses”, descalificados por cierta escolástica marxista.