La reflexión. Elemento clave de la pedagogía ignaciana

El Informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo de 1998 dedicado a la educación dice que el siglo XXI será el siglo de la educación. Según el Informe, los sistemas educativos tienen que responder al "cambio de época" que afecta nuestro mundo y ofrecer una educación para el cambio. Esto significa una educación que provoque nuevas maneras de pensar. Tal propuesta debe enfrentar el desafío de la pérdida de la capacidad de reflexión y de construcción que percibimos en nuestras escuelas. La educación jesuita hace suyo esos desafíos y sugiere una respuesta concreta para superar esa ausencia de la reflexión en el proceso educativo: educar para el cambio a través de la continua interrelación de experiencia-reflexión-acción en la dinámica de enseñanza-aprendizaje en el aula.