El pensamiento decolonial es colonial. La propuesta Fraternidad Universal desde América

En América Latina, los promotores del giro decolonial creen que para defender las culturas originarias es necesario decolonizar el pensamiento iberoamericano, esto es, extraerle a este lo que tiene de «occidental, moderno, europeo, colonial, capitalista, liberal, patriarcal, cristiano, blanco», rayando con ello en la xenofobia y en posiciones clónicas a las de la extrema derecha europea y norteamericana. Cometen varios errores: 1/ afirman que solo hay «un pensamiento occidental»; 2/ ponen en un mismo saco a culturas indígenas radicalmente distintas entre sí; 3/ utilizan categorías, idiomas, instituciones y metodologías occidentales, con lo que hacen lo que critican; 4/ rechazan lo universal, pero aceptan generalizaciones semejantes como «epistemologías del Sur», «Latinoamérica», «pueblos indígenas» o «mujeres»; y 5/ asfixian el discurso de la fraternidad universal y de los derechos humanos. Resulta mucho más constructivo trabajar por la fraternidad universal desde América, en lugar de fabricarse un enemigo imaginario para tener identidad propia.